Uno de los momentos que más expectación causa para la 20 edición del Grammy Latino es la presentación en conjunto que ofrecerán Vicente, Alejandro y Alex Fernández.

El más pequeño de la dinastía compartió que es un sueño hecho realidad el cantar junto a los que llama sus "dos maestros".

"Para mí es un sueño hecho realidad poder llegar a compartir escenario con mis dos maestros, mi abuelo y mi papá, y hacerlo en un evento tan importante", dijo el novel cantante a un programa de espectáculos.

"Estamos preparando para cantar los tres juntos una canción completa".

Alex, quien está nominado al Grammy Latino por su disco debut, Sigue la Dinastía, competirá junto a su abuelo, Vicente Fernández, en la categoría de Mejor Álbum de Música Ranchera/Mariachi.

"Para mí el simple hecho de estar nominado ya es un sueño hecho realidad".

La presentación de los Fernández es tan sólo uno de los momentos que tendrá el regional mexicano en la noche latina del Grammy, en Las Vegas.

Un debut para recordar en el palenque de Guadalajara

En el que fue su debut en palenque, durante las Fiestas de Octubre de Guadalajara, Alex Fernández vivió un par de situaciones que lo mantuvieron con las emociones a flor de piel.

Una de ellas fue que su abuelo no lo acompañó debido a que no le quiso quitar la atención e importancia del momento a Alex.

"Al principio él (Vicente Fernández) me dijo que le gustaría ir a darme la patadita de la suerte, pero después me dijo que sinceramente me podía quitar atención y que a lo mejor me podía perjudicar más el hecho que él fuera de lo que me hubiera ayudado y que así ya mejor yo fuera y que todo lo que pasara fuera por mí y que me daba su bendición y que él sabe que siempre está conmigo", compartió el hijo de "El Potrillo".

La otra fue que el cantante estuvo a punto del desmayo debido a que al tomarse un trago que le invitaron se la atoro algo en la garganta y padeció por ello.

"Un cuate que estaba ahí me dio un tequila o algo y no sé si habrá traído como un aluminio o algún plástico de la botella porque yo empecé a sentir como esas cascaritas de las palomitas como que se me atoró en la mera garganta, entonces yo intentaba toser, ahí me asusté bien cañón porque no podía ni hablar, casi me vomitaba, ya no sabía que hacer, no podía ni cantar".

"Pedía agua, hice como gárgaras y pasé, y gracias a Dios se me quitó, pero ahí sí hubo un momento en que yo sí casi me desmayo de los nervios".

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